Hoy hablaremos con Azucena Fraile.
Azucena es una persona con una trayectoria significativa que colabora con Criptoro como formadora y coaching empresarial, así que Azucena, cuéntanos quién eres, de dónde vienes y cuál ha sido tu trayectoria profesional.
Gracias Josefina, y gracias a Criptoro por esta oportunidad que me brinda para que la gente me conozca un poquito más.
Hice Ingeniería Superior en telecomunicaciones y estuve 15 años trabajando en una multinacional, la mayor parte del tiempo como jefe de proyecto, hasta que llegó un momento en que me di cuenta de que aquello no era para mí. En realidad, no lo había sido nunca, porque fui de las que estudió la carrera por aquello de que tenía salida, por ese tema de la seguridad que tanto nos inculcaron a los de nuestra generación.
Cuando tomas decisiones basándote exclusivamente en eso, tarde o temprano te pasa factura. Entonces, llegó un momento en el que sentí que estaba estancada, que no iba a progresar dentro de la empresa porque digamos, que no estaba alineada ni con los valores, ni con la manera de hacer las cosas allí, ni siquiera con el tipo de trabajo.
Pasé por un periodo de transformación personal muy importante, desarrollando mi faceta como coach, que fue lo que vi que quería hacer. Me formé en coaching, inteligencia emocional, PNL, hasta que en el 2011 di el salto definitivo, aprovechando un expediente de regulación de la empresa, en el que me apunté la primera.
A partir de ahí vino un periodo de muchísimo aprendizaje, sobre todo lo relacionado con ventas, marketing… hasta que conseguí estabilizar mi negocio trabajando como profesional independiente, haciendo ‘mentoring’ a empresarios, emprendedores, profesionales… a los que ayudo a desarrollar su carrera, su proyecto de emprendimiento, a conseguir sus primeros clientes cuando están empezando, a reenfocar su estrategia y su manera de hacer cuando llegan a un punto de estancamiento dentro de sus negocios.
Una de las herramientas que más estoy utilizando últimamente para todo este trabajo, es Linkedin, como vía de crecimiento para las personas, ya que te pone a prueba en el sentido de mostrarte, de comunicar de la manera adecuada, de vender y de venderte.
Eso es, sobre todo, lo que lo que ahora desarrollo en Criptoro dentro de la formación, temas de redes sociales, que es algo que he utilizado muchísimo y tengo mucha experiencia.
Me gustaría que comentarás brevemente ¿cómo llegas y qué es lo que viste en el proyecto Criptoro?
Llego al Criptoro, porque la persona que me está entrevistando, me habla del proyecto (risas), y bueno, hablo con el director del Instituto de Empresa e Innovación, con Pedro Quintana al que ya conocía de mis tiempos del Máster de coaching. Conocí también a Jesús Sánchez-Bermejo, el Ceo de Criptoro, y me pareció un proyecto muy ambicioso, pero sobre todo lo que vi en Criptoro es una plataforma a través de la cual nos desarrollarnos como formadores, en el sentido de poder llegar a muchísima más gente a través de los cursos online. Es como una apertura de fronteras y una plataforma digital que nos permite desarrollarnos más allá nuestra actividad.
¿Cómo valoras la modalidad de formación online versus la formación presencial? ¿Qué ventajas y qué inconvenientes le encuentras?
Primero, hay que preguntarse para qué lo quiere uno, y el jugo que le quieres sacar. Creo que la formación presencial. Evidentemente, tiene unas connotaciones que la formación online no tiene, como es el contacto físico con el profesor, en el sentido de que hay una mayor conexión. Aunque también la formación online, es muchísimo más práctica, ya que es una formación que haces a tu ritmo y en donde también siempre puedes tener contacto con el profesor.
Sobre todo, si optamos por un sistema mixto, es decir en donde haya grabaciones que el alumno pueda ver y en formaciones semi presenciales, en el sentido de que no estás físicamente en la misma sala que el profesor, pero puedes interactuar online perfectamente con él, en vivo.
Ahora con el confinamiento, he hecho formaciones en esa línea y la verdad que se puede emular bastante a la formación presencial. Ventajas: la formación presencial es más cercana, hay un mayor contacto, la energía es diferente, pero a efectos prácticos, creo que se puede aprender perfectamente online y presencial. Si realmente el profesor lo trabaja puede adaptar los cursos para hacerlos online con la misma calidad que una formación presencial.
¿Cuál es el tiempo estimado que crees que tarda en dar resultados tangibles para una empresa comenzar con este tipo formación? y háblanos también sobre también los cursos que has elaborado para el Instituto de Empresa e innovación de Criptoro.
Depende de muchos factores, no podemos decir un numero exacto de meses, ya que depende de la materia, depende de a quién nos estemos dirigiendo… En cuanto a los cursos de la escuela, podemos hablar de los de ventas. Tenemos cursos de iniciación, a por ejemplo Linkedin, que ya se puede hacer en Criptoro. Es un curso que te va a dar una serie de pautas para empezar a manejarte perfectamente con la herramienta, con la red social.
Ahora bien, al final los resultados no tienen que ver con el curso en sí, sino con lo que se hace después del curso, es decir, el curso te da las herramientas y te da las pautas de lo que tienes que hacer; pero luego eres tú quien lo tiene que implementar. La constancia que tenga el alumno a la hora de implementar lo aprendido, le dará los resultados antes o después.
Hace unos días impartí un curso de Linkedin y ha sido alucinante porque la gente comenzó a cambiar su perfil solamente con lo que estaban aprendiendo en dicho curso. Con algunos que he tenido sesiones posteriormente, noté que habían adaptado su perfil en función de lo que les había contado en el curso. Entonces esta gente tendrá resultados más rápido. Los resultados realmente dependen del trabajo que después haga el alumno.
Llega ese momento en el que uno se da cuenta de que no está donde quiere estar y piensa que puede hacer otras cosas ¿Crees que cualquiera puede reinventarse?
Cualquiera que esté dispuesto a pagar el precio de reinventarse. Muchas veces escuchas a la gente que no está contenta con su vida, que no está contenta con su trabajo, pero en el fondo están acomodados, y no acaban de mover ficha.
Siempre hay que pagar un precio, y no es solamente un precio económico, también hay un precio emocional y un precio de adaptación al cambio, ya que por mucho que lo desees, siempre es incómodo.
Si realmente quieres reinventarte y estás dispuesto a pagar el precio que eso supone, como por ejemplo dejar un trabajo o romper con ciertas amistades que en lo personal también te genera cambios, al final debes pagar un precio.
Pero las personas que están en este punto lo que deben preguntarse es ¿cuál es el precio que pagan por no moverse? Normalmente suele ser más alto y es una muerte lenta. En esa experiencia que he comentado, era lo que sentía
¿Cualquiera puede reinventarse? Creo que hay que ser valiente, ir a por todas, si tienes valentía, si tienes empuje y de verdad lo quieres, vas a encontrar la manera de hacer lo que tienes que hacer. Al principio puedes sentirte perdido, pero es solo el primer paso para luego poder cambiar. El camino a seguir es, ‘no me siento perdido, exploró, veo y a partir de ahí ejecuto los cambios’, no es algo inmediato. Muchas veces queremos el cambio para mañana y esto no funciona así, tenemos que transformarnos, se requiere un aprendizaje, que lleva un tiempo.
Creo que cualquiera que esté dispuesto a pagar ese precio y a dar los pasos con valentía, puede reinventarse, habría que preguntar cuántos están dispuesto a ello.
Desde esta perspectiva, ¿qué tres pasos son los que debemos dar para comenzar con nuestro cambio, con nuestra reinvención?
Lo primero es tener una visión global y general de lo que supone cualquier cambio, es decir, hacer un balance sobre cuál es el precio que pago por quedarme donde estoy, frente al precio que pago por hacer ese cambio. Qué beneficios voy a conseguir al afrontarlo y qué beneficios voy a conseguir si me quedo quieto. Poner todo esto en una balanza y saber que al final en cualquier cambio siempre va a haber una dosis de incomodidad que hay que tener en cuenta.
Pero cuando ves que el beneficio de este cambio puede ser grande, va a ser muchísimo más fácil dar ese paso. Por tanto, lo primero sería hacer ese balance y permitirte sentir que es lo que quieres en ese momento, ya que a lo mejor ese cambio lo quieres hacer, pero aún no estás preparado y necesitas seguir trabajando para dar ese salto.
Lo segundo es tener muy claro, ¿qué es lo que quieres conseguir? ¿para qué quieres este cambio? y ¿cuáles son tus razones?… ¿un nuevo estilo de vida? ¿A qué estás dispuesto a renunciar o aplazar durante un tiempo? Esto también tiene que ver con el precio. Luego una vez que empiezas a tener claras esas ideas, que empiezas de verdad a desearlo, que sientes las ganas… va a salir solo.
El siguiente paso sería explorar. Empieza a explorar. Recuerdo, cuando inicie mi cambio, lo único que sabía es que no quería seguir en la empresa, pero no sabía adónde quería ir. Empecé a explorar a través del mundo del ocio qué actividades me gustaban. Hice teatro, cuentacuentos, canté en un coro, necesitaba fomentar toda esa parte creativa, porque haciendo todo ese tipo de exploración, dejándote llevar sin plan alguno, exploras muchísimo sobre tus capacidades, y te das cuenta de habilidades que tenías dormidas o simplemente que habías olvidado que te gustaban, qué te motivaban. A través del ocio es una buena manera de empezar a descubrirte a ti mismo y hacia dónde quieres ir.
Y para eso no hay que pagar ningún precio. Relamente comparto todo lo que nos has contado. Además, creo que estamos en una época de cambio de paradigma y a nivel profesional es importantísimo que estemos abiertos a procesos de reinvención y de cambio.
Si, no hay que tenerle miedo.
Muchas gracias por este tiempo que nos has dedicado, nos ha quedado clarísimo que tenemos que estar en permanente, evolución ya que esto nos va a aportar muchas cosas positivas y crecimiento a todos los niveles. Seguimos avanzando hacia la nueva era con Criptoro todos juntos.
Josefina Sánchez Nasarre
Profesora IEIC. Relaciones Institucionales y Protocolo CRIPTORO